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Esperanzadora rehabilitación de puma incautado en Bogotá

Foto: Secretaría de Ambiente
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El felino tenía afectaciones serias en su cadera y patas traseras, lo que ha dificultado su recuperación.

El pasado 26 de mayo la Secretaría de Ambiente y la Policía Ambiental lograron incautar un puma hembra que estaba en una vivienda ubicada en el norte de Bogotá. El felino desde ese entonces fue trasladado al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre donde se inició su proceso de recuperación y rehabilitación. Hoy, tres meses de tenerlo bajo su cuidado, las autoridades aseguran que el animal ha tenido una esperanzadora rehabilitación. Pues se había evidenciado que tenía paraparesia, atrofia muscular, deshidratación y pesaba 7.1 kg. "Estamos muy contentos y esperanzados con el proceso de recuperación del puma hembra que recuperamos. Lleva varios meses recibiendo la atención para tratar las lesiones que tiene en su cadera y patas traseras", indicó la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia. Te puede interesar: Venado rescatado en Bogotá murió por gravedad en sus heridas En sus primeros días en el centro de rehabilitación, el felino no consumió la comida por sí mismo, por lo que debió recibir asistencia durante una semana. Los exámenes radiológicos practicados mostraron una posible enfermedad metabólica ósea. Esta puma hembra también recibió fisioterapia, por lo que ha ido mostrando una notable mejoría en su condición física y comportamental. Además, ha desarrollado actividades de acicalamiento, acecho, corre, trepa y caza especies vivas y en descanso, comportamientos propios de su naturaleza. Ante la evolución satisfactoria y esperanzadora, la Secretaría de Ambiente trabaja en un convenio interadministrativo, con una corporación ambiental regional, para trasladar el animal a un lugar controlado que tenga las condiciones naturales similares a las de su hábitat natural y así poder continuar con la recuperación y rehabilitación física y comportamental. Lee además: Bares y discotecas en Bogotá podrán operar hasta las 3 a.m. "Los pumas normalmente pasan dos años con su madre, la recibimos muy joven y tiene que completar ese periodo de dependencia antes de cualquier liberación. Estamos esperanzados en que este proceso continúe y se pueda acercar lo más posible a la libertad", agregó la secretaria Carolina Urrutia. Durante este proceso, que puede tardar por lo menos dos años, las autoridades ambientales le brindarán servicios veterinarios para que pueda evolucionar de manera positiva, recupere su instinto salvaje y así sea posible retornar a su hábitat natural.