En este 6 de agosto, Bogotá celebra un nuevo aniversario de su fundación; una fecha que remonta a 1538 cuando Gonzalo Jiménez de Quesada estableció el campamento que más tarde se convertiría en la vibrante capital colombiana.
A lo largo de su historia, la ciudad ha experimentado una evolución significativa en sus sistemas de transporte, desde carruajes con tracción animal pasando por los nostálgicos tranvías, hasta el actual sistema de buses TransMilenio.
No obstante, la capital colombiana cumple 486 años en medio de un caótico sistema de transporte. A principios de julio, el diario económico, Financial Times ubicó a Bogotá, en ese momento, como la ciudad más congestionada del mundo. A pesar de que en estos días ocupa el quinto lugar en el index, hace menos de un mes la ciudad ocupaba el primer lugar con 132 horas perdidas al año en un trancones.
Bogotá es una de las 10 capitales latinoamericanas que no posee metro (aún). Sin embargo, y apesar de que las obras del metro iniciaron en junio de 2021, hoy la construcción cuenta con un 40,9% de retraso en el Viaducto de Metro de Bogotá; como lo denunció Donka Atanassova, concejala del Pacto Histórico - Polo Democrático e integrante de la coordinación de la Subcomisión de Seguimiento a las Obras del Metro.
Este retraso en la construcción del metro significaría, por lo menos, un año y dos meses más de obras. Por consiguiente se podría hablar de un sobrecosto de $1 billón de pesos para el 2035, como lo indicó La concejala Heidy Sánchez Barreto por el Pacto Histórico.
Sumada a estas alarmantes cifras, de acuerdo con el último informe que presentó el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, el 2 de agosto sobre las obras de Transmilenio por la Avenida 68, se evidenció un retraso de dos años y un sobrecosto que puede superar el medio billón de pesos.
A pesar de estos números negativos que afectan, no solo a la alcaldía de Carlos Fernando Galán, sino también a las pasadas administraciones de Claudia López y Enrique Peñalosa, el anhelo de contar con un sistema de transporte público digno, sigue siendo un sueño para los capitalinos, pero una realidad pendiente de concretarse.
Pasado del transporte en Bogotá
La historia del transporte público en Bogotá comenzó a finales del siglo XIX con la inauguración del tranvía en 1884. Este sistema, que inicialmente utilizaba mulas para su tracción, marcó el inicio de una era en la que la ciudad comenzó a dejar atrás los carruajes de tracción animal.
Posteriormente, en 1910, se introdujo el tranvía eléctrico, facilitando la expansión del servicio a más barrios de la ciudad.
Con la llegada de la década de 1920, el transporte público en Bogotá comenzó a diversificarse con la introducción de buses privados. En respuesta a la creciente demanda, la empresa del Tranvía Municipal incorporó buses adicionales en 1927.
Así, la ciudad convivió con un sistema mixto de tranvías y buses, que evolucionó con el tiempo hasta la consolidación de un sistema de autobuses privado a finales del siglo XX.
La promesa del nuevo milenio
El año 2000 marcó el inicio de una nueva era en el transporte público de Bogotá con la inauguración de TransMilenio. Este sistema de transporte masivo, diseñado para ofrecer un servicio eficiente y moderno, comenzó con una ruta inicial y ha crecido hasta contar con más de 140 estaciones y 12 troncales en operación.
En 2012, la ciudad implementó el Sistema Integrado de Transporte de Bogotá para conectar las áreas no cubiertas por TransMilenio.
Sin embargo, el precio de los pasajes de TransMilenio es uno de los problemas más grandes que enfrenta este sistema de transporte en Bogotá.
Otro de los problemas más grandes de TransMilenio es la ineficacia para satisfacer la demanda creciente de transporte en la ciudad. Esto se debe a la falta de una planificación adecuada y a la incapacidad del sistema para adaptarse a las necesidades cambiantes de la población.
Aunque este sistema ha mejorado la movilidad en ciertas zonas, el gran sueño de un sistema de transporte público completamente moderno y eficiente, como el metro, aún no se ha materializado.
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El Metro: una construcción con retrasos
El proyecto del metro de Bogotá ha sido objeto de numerosos debates y retrasos. La construcción del viaducto, una parte crucial del proyecto, presenta un retraso del 40,9%.
Además, la Veeduría Distrital ha reportado un retraso general en la ejecución de la obra de más de seis meses, atribuible a cambios en el trazado y problemas con los desembolsos. A pesar de estos desafíos, el avance general del proyecto es del 35%, y se espera que la obra se complete en el plazo previsto.
Sin embargo, el desarrollo del metro no ha estado exento de controversias. La propuesta del gobierno actual de soterrar parte de la primera línea del metro ha generado preocupación sobre la actual viabilidad de la construcción y los posibles efectos adversos del trayecto elevado.
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Un sistema de transporte para 8 millones de habitantes
Mientras Bogotá celebra su historia, desde los primeros tranvías hasta la expansión del TransMilenio, el retraso en la implementación del metro subraya un desafío persistente: la necesidad de un sistema de transporte público que responda a las demandas de una ciudad en crecimiento.
La historia de Bogotá es una crónica de avances y obstáculos, y la construcción del metro representa una oportunidad para abordar los problemas de movilidad de manera integral.
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