Reducción en embalse Chingaza

Alarma en Bogotá: Alcaldía bajo la lupa por la preocupante reducción en los niveles de los embalses

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La crisis se agrava con la reducción al 51% de los niveles de los embalses del sistema Chingaza. La Alcaldía de Carlos Fernando Galán enfrenta críticas, mientras se advierte sobre un posible racionamiento prolongado.

La disminución de lluvias y el aumento en el consumo de agua han encendido las alarmas en Bogotá, donde los niveles de los embalses del sistema Chingaza han caído peligrosamente al 51% de su capacidad, según reportes recientes de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB). La situación es crítica, y la responsabilidad de la administración del alcalde Carlos Fernando Galán está siendo fuertemente cuestionada.

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El sistema Chingaza, que abastece a Bogotá y a varios municipios de la sabana, depende en gran medida de las lluvias que históricamente se concentran en los meses de junio, julio y agosto. Sin embargo, este 2024 ha sido atípico, con precipitaciones muy por debajo de lo esperado. Natasha Avendaño, gerente de la EAAB, ha expresado su preocupación por la falta de lluvias, tanto en el embalse de Chuza como en el piedemonte llanero, lo que ha exacerbado la crisis.

A pesar de los esfuerzos iniciales por reducir el consumo a través de racionamientos intermitentes, en los últimos ciclos se ha evidenciado un preocupante incremento en el uso de agua por parte de los bogotanos, superando los 17 metros cúbicos por segundo en días sin racionamiento, muy por encima de los objetivos propuestos.

Este aumento en el consumo, combinado con la falta de lluvias, ha llevado a un descenso constante en los niveles de agua, lo que pone en riesgo el suministro para los próximos meses.

La administración de Carlos Fernando Galán ha sido duramente criticada por su manejo de la crisis. Según la concejal Heidy Sánchez Barreto, la flexibilización de las medidas de ahorro de agua, basada en la esperanza de que el fenómeno de La Niña traería lluvias suficientes, ha sido un error grave.

A medida que las temporadas de lluvias se desvanecen, el fracaso de las campañas pedagógicas para fomentar el ahorro de agua se hace evidente, y la posibilidad de un racionamiento prolongado en 2025 parece cada vez más inevitable.

Mientras tanto, la EAAB ha reiterado la importancia de que los ciudadanos adopten medidas estrictas de ahorro, como reducir el tiempo de las duchas, no utilizar el tanque de reserva durante los días de racionamiento y evitar el lavado de vehículos.

La situación requiere un esfuerzo colectivo para evitar una crisis mayor que podría afectar no solo a Bogotá, sino a los municipios que dependen del sistema Chingaza.


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