Bitcoin y Ethereum podrían dispararse al alza en 2023. Les contamos por qué.
El aumento de la inflación a nivel mundial, la guerra en Ucrania y la subida de los tipos de interés por parte de los bancos centrales han lastrado el mercado de las criptomonedas en 2022.
Desde sus máximos que marcó el Bitcoin de U$ 64.400 el 12 de noviembre de 2021, ha caído a U$ 16.683 en noviembre de este año, una disminución en su precio del 74%.
Por su parte Ethereum pasó de los U$4.644 también el 12 de noviembre y tocó mínimos en 2022 de U$ 993, esto es una caída de 78%.
En contexto: ¿Cuánto han perdido los inversionistas de Bitcoin en 2022?
A lo anterior se suma
la quiebra de exchanges como FTX que le puso aún más incertidumbre al mercado cripto y generó una purga, pues solo las criptomonedas más estables y con más capitalización lograron sobrevivir.
Pero en opinión de especialistas, este escenario es también ideal para que, pasada la borrasca,
empiece el repunte de las criptomonedas.
De manera tranquilizadora, los niveles de precios a los que llegaron Bitcoin y Ethereum en noviembre se mantuvieron a pesar de que el mercado de valores de EE. UU. se hundía.
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El multimillonario Tim Draper, afirmó a la CNBC la semana pasada que
aún cree que bitcoin alcance los U$250.000 dentro de los próximos dos años, mientras que el analista Bell Laith Khalaf, dijo a principios de diciembre que “Bitcoin podría situarse en U$6.000 o U$60.000$ a finales de 2023.
Pero más allá del comportamiento del precio,
la adopción global de las criptomonedas en 2023 podría ser la noticia del año.
Los datos de blockchain muestran que a los precios a los que se encuentran las criptomonedas ha servido para que grandes inversores
acumulen posiciones en espera de un repunte.
Bitcoin, el 'rey' de las criptomonedas
Bitcoin, la criptomoneda con mayor valor de mercado, no se comportó como un bien que garantizara cobertura contra la inflación, como esperaban muchos inversionistas.
Eso hizo que ante el panorama actual y con unas tasas de interés por las nubes,
los inversionistas más arriesgados optaran por llevar su dinero a otros activos refugio, como el oro que fue mucho menos volátil.
Aun así, bitcoin ha reforzado sus propios fundamentos con logros significativos con la adopción de Lightning Network, así como el lanzamiento de los pagos Lightning a través de CashApp, que permitió a más de 40 millones de usuarios
pasarse a la criptodivisa como medio de intercambio.
Además, varios jugadores institucionales le apostaron a la adopción de las criptomonedas en sus portafolios.
Fidelity, por ejemplo, empezó a permitir en abril que
los planes de jubilación invirtieran en bitcoin y otro grande, BlackRock,
lanzó el primer fondo privado de Bitcoin al contado para clientes institucionales en agosto.
Google también se asoció con Coinbase para permitir criptopagos en servicios en la nube.
El análisis técnico de bitcoin podría evidenciar que desde noviembre la criptomoneda pudo haber hecho suelo en espera de que la situación macroeconómica se calme
para iniciar un nuevo repunte.
Ethereum, año de grandes logros
Como ya mencionamos, Ethereum también sufrió una caída vertiginosa en su precio, pero
el 2022 fue un año muy importante para esta criptomoneda.
Tras siete años de desarrollo, se logró la transición a
prueba de participación, uno de los acontecimientos más esperados por los inversionistas en esta cripto.
La transición representa un logro considerable al dar con la clave de un nuevo mecanismo de seguridad que ha reduce considerablemente el consumo de energía de la red.
El mercado de las criptomonedas
podría responder con mayor demanda de Ethereum cuando se cumplan nuevas soluciones de segunda capa y se espera que 2023 sea el año en que lleguen esas soluciones.
El próximo año puede ser un año prometedor para Ethereum y en general para las criptomonedas que aguantaron un fuerte invierno en 2022.