El presidente venezolano, Nicolás Maduro, juró el viernes su tercer mandato consecutivo, entre acusaciones de fraude y aislamiento internacional, pero con el apoyo de los militares y el resto de los poderes del Estado a sus pies.
"Juro" que "este nuevo período presidencial será el período de la paz", prometió el mandatario ante el presidente del Parlamento, el dirigente chavista Jorge Rodríguez. "Queda usted investido en el cargo de presidente constitucional", respondió el jefe legislativo.
La investidura se produce un día después de una marcha opositora que terminó con la denuncia de un supuesto breve arresto de su líder María Corina Machado, que el gobierno negó y calificó de "invento", mientras el plan de Edmundo González Urrutia de asumir el cargo parece cada vez más improbable.
Maduro -que ya movilizó a sus seguidores el jueves- llamó a salir "por millones" para la juramentación. "El 10 yo juro con Maduro por el futuro" se lee en gigantescas vallas con el rostro del presidente izquierdista.
Cierre de frontera
Venezuela además ordenó hasta el lunes el cierre de su frontera terrestre y espacio aéreo con Colombia, tras conocer de una supuesta "conspiración internacional".
Las denuncias de planes para derrocar a Maduro son frecuentes, y Colombia y Estados Unidos normalmente los responsables.
Washington -que niega cualquier complot- ha expresado su reconocimiento a González Urrutia, que visitó la Casa Blanca esta semana. El próximo presidente, Donald Trump, se refirió a él el jueves como "presidente electo".