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Hombre murió ahogado tras rescatar a dos niños que cayeron a un río en Santander

Foto: Colprensa
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De acuerdo con los relatos de testigos, alcanzó a salir dos veces a la superficie antes de que desapareciera.

Estévinson Martínez Bohórquez viajó desde Bucaramanga a Sabana de Torres, Santander, para pasar un momento de descanso, diversión y en familia en esta Semana Santa. Todos estos planes se vinieron abajo el pasado Jueves Santo, en horas de la tarde, cuando en medio de una jornada de baño y pesca en las aguas de la quebrada La Payoa, en el municipio sabanero, la tragedia hizo aparición. Mira acá: Dragas para extraer ilegalmente oro, la otra batalla del Gobierno “Estaban en familia pescando y bañándose, cuando él vio que dos niños se estaban ahogando. Se metió, los salvó y luego lo arrastró una creciente súbita”, relató un líder de la Defensa Civil de la zona a Vanguardia. Estevinson, de 35 años, luchó contra la corriente para mantenerse a flote. De acuerdo con los relatos de testigos, alcanzó a salir dos veces a la superficie antes de que la fuerza de la naturaleza lo desapareciera del todo. Martínez Bohórquez vestía una camiseta blanca, una pantaloneta azul y tenis. Foto: Colprensa Además: La sismicidad del Nevado del Ruíz tuvo una reducción importante, según último informe

Tragedia en Santander 

Desde esa misma tarde, unidades de la Defensa Civil de Sabana de Torres, Puente Sogamoso y Puerto Wilches, en Santander, adelantaron las labores de búsqueda en la quebrada en mención, en el río Sogamoso y hasta en el río Magdalena. Todos estos esfuerzos sólo dieron resultados ayer en la tarde, cuando se cumplieron 48 horas de trabajos. El cuerpo sin vida fue encontrado por pescadores en la vereda Hortensia, en jurisdicción del corregimiento El Llanito, en Barrancabermeja. ‘La fuerza naranja’ llevó el cuerpo, envuelto en una sábana, hasta el corregimiento El Pedral, en Puerto Wilches, para las labores de levantamiento por parte de las autoridades judiciales. Estévinson, sin vida, volvió junto a sus familiares, quienes al fin pudieron descansar ante dos días de zozobras e incertidumbres, pero con el dolor de haberlo perdido. El fallecido era bumangués y residía en el barrio Café Madrid, en el norte de la ciudad. Posiblemente en la capital santandereana se realice su despedida fúnebre. Te puede interesar: El campesino que cumplió su seño de ser periodista en el Nevado del Ruiz Colprensa