La discusión sobre la escasez de medicamentos en Colombia ha vuelto a ser un tema central en el debate público. Sin embargo, es importante revisar el problema estructural que enfrenta el país, la necesidad de intervenir el sistema y crear un esquema de provisión que regule las gestoras farmacéuticas y garantice que los recursos públicos se inviertan de manera óptima para garantizar la salud de los pacientes.
Rencientemente, el presidente Gustavo Petro afirmó en una visita al municipio de Los Patios, Norte de Santander, donde entrego un Centro de Salud renovado y 13 ambulancias para el departamento, que hay pruebas de un mal uso de este sistema en beneficio de privados:
“Tenemos las pruebas de que, en promedio, estas gestoras farmacéuticas han duplicado el precio de los medicamenos que se podrían comprar a la mitad si se hiciera una compra en el extranjero, si se hacen en el extranjero, o una compra directamente en el laboratorio nacional".
En este mismo espacio, el mandatario invitó a las EPS a convertirse en Gestoras Farmacéuticas y a dejar el manejo de los recursos públicos en manos de la institucionalidad que representa a los colombianos.
Escasez de medicamentos: una perspectiva experta
La exministra de Salud, Carolina Corcho, se ha empeñado en divulgar la complejidad de la situación de abastecimiento en el mundo y los problemas estructurales que afectan al sistema de salud en Colombia. Proponiendo desde su liderazgo en el sector reformas urgentes y necesarias para acabar con esta problemática.
En una publicación para la Revista Sur, la médica y politóloga, señalo cuatro problemas fundamentales que afectan la provisión de medicamentos en Colombia, entre los cuales se cuentan variables que no dependen precisamente del Gobierno, pero que requieren medidas preventivas para evitar eventuales crisis dentro del esquema de atención en salud.
1. Dependencia de importaciones
La estructura del mercado farmacéutico en Colombia muestra una alta dependencia de insumos y productos importados. Esto desata una vulnerabilidad ante interrupciones internacionales, pues medicamentos esenciales dependen de la importación de componentes o del producto final. Así, cuando se producen crisis en los países proveedores, el efecto se siente en el territorio colombiano.
“El desabastecimiento/ escasez es una situación recurrente dado que depende de un mercado oligopólico de agentes privados que responden a la oferta y demanda, con pobre o casi nulo reporte público sobre las transacciones que se llevan a cabo para comercializar y disponer de medicamentos y sin que medie un principio de interés general y de salud pública”: afirmó la exministra en su análisis.
En un contexto de tensiones como el actual, hace necesario pensar en estrategias para proteger a Colombia de los factores que afectan el mercado internacional. Tanto la Unión Europea como Estados Unidos, han adoptado medidas para que los medicamentos sean parte fundamental de las estrategias de defensa nacional:
Hace apenas unos días que en la Unión Europea los ministros de Sanidad de Bélgica, Chequia, Chipre, Estonia, Alemania, Grecia, Letonia, Lituania, Portugal, Eslovenia y España solicitaron que la Ley de Medicamentos Críticos, que se propondrá esta semana, se integre en los esfuerzos más amplios de la UE en materia de autonomía estratégica y seguridad, buscando que estos recursos queden amparados por la financiación de la Defensa.
En Estados Unidos, la Ley de Producción para la Defensa (DPA) ha sido una herramienta clave para proteger sectores estratégicos, incluyendo la cadena de suministro farmacéutico. Esta legislación permite al gobierno federal mapear las cadenas críticas de producción, identificar vulnerabilidades y destinar inversiones para fortalecer la capacidad nacional de fabricación de medicamentos y suministros médicos esenciales. Además, faculta a la administración para emitir contratos prioritarios que obligan a los proveedores a garantizar el abastecimiento del Estado en situaciones de emergencia.
2. Auditoría imperceptible a los recursos de la salud
Corcho también afirmó que “las causas de desabastecimiento/ escasez son diversas y las soluciones múltiples, casi que se tiene que estudiar caso por caso cada principio activo que escasea para dar una solución precisa”. Como es el caso de los medicamentos genéricos que pueden reemplazar ciertas marcas prescritas; los que son retirados del mercado por razones de vigilancia médica o los que son de bajo costo y no se producen en la industria por su baja rentabilidad.
“En Colombia se identificó que había escasez de medicamentos dentro de la cadena de suministros del sistema de salud, pero estos no escaseaban en el canal comercial de las droguerías y sitios de venta”, afirmó la psiquiatra. Resaltando que el problema en el país tiene un importante componente regulatorio, pues la cadena de producción y suministros se financian con recursos públicos que no surten ningún proceso de auditoría.
“[…] lo que se ha instaurado entonces, es una maraña de contratos desconocidos por el país, ante la ausencia de un sistema de información público que permita anticipar el flujo de recursos y por tanto identificar la cadena de suministros que posibilite la notificación oportuna de la escasez de medicamentos. Esto es uno de los temas que precisamente pretende resolver la reforma a la salud”.
3. Débil soberanía sanitaria
En Colombia, la falta de un marco normativo fuerte deja expuesta la seguridad sanitaria del país ante crisis globales o interrupciones en la cadena de suministros. La alta dependencia de insumos importados y la falta de incentivos para la producción local han generado vulnerabilidades que se han hecho evidentes de manera paulatina.
Implementar medidas que fortalezcan la industria farmacéutica nacional permitiría garantizar el acceso a medicamentos esenciales en emergencias, reducir la dependencia de mercados externos y promover la soberanía sanitaria. En un contexto de cambios en la geopolítica global y riesgos en el suministro de insumos críticos, contar con una política de protección y fomento a la producción farmacéutica no solo es una necesidad, sino una prioridad estratégica.
“[…] en esto existen un proyecto de la Universidad de Antioquia con el Ministerio de Salud y Protección Social para producción de medicamentos desabastecidos, se identificaron dentro del mapeo que ha realizado el Invima medicamentos que pueden producirse como la clozapina, levomepromazina, haloperidol, que son antipsicóticos ampliamente utilizados en el ejercicio de la psiquiatría”, aseguró la exministra Corcho, destacando que dicho acuerdo permitirá producir medicamentos para enfermedades desatendidas como la leishmaniasis, que para el contexto nacional se consideran estratégicos.
4. Medidas de integración regional para negociar
El Gobierno Colombiano ha impulsado la integración regional en busca de crear una agencia regulatoria regional a nivel Latinoamérica, buscando que la negociación con la industria farmacéutica se dé con un bloque fortalecido en representación de la salud pública y el interés general.
Este proyecto cuenta hasta ahora con la participación de México y Cuba, pero se espera que la voluntad política de los Gobiernos en el continente les permita anticipar escenarios que podrían considerarse catastróficos. Algo que ya se pudo ver en la pandemia del COVID-19.
Aunque las interrupciones en la cadena de suministro y la dependencia de insumos extranjeros son fenómenos que afectan al mundo entero, la situación en Colombia se agrava por la falta de un esquema de regulatorio que permita monitorear la destinación los recursos públicos y los aportes que vienen directamente del bolsillo de los contribuyentes.
El presidente Petro ha dicho que se implementarán medidas pertinentes que permite la ley para resolver problemas que afectan la salud y la vida de millones de personas. Se espera que el sector privado, que ha tenido la facultad de administrar los recursos públicos desde hace más de 30 años, asuma su responsabilidad y contribuya con sus capacidades a la propuesta del mandatario.
