La reciente remoción de restos óseos en la escombrera de La Comuna 13 en Medellín, un hallazgo que ha sido el resultado de 146 días de trabajo, ha sido calificado como una derrota contundente al negacionismo histórico, según lo afirmó Alejandro Ramelli, presidente de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
"Esos hallazgos, así se quieran minimizar, ver como algo menor, son una derrota aplastante al negacionismo", indicó Ramelli, subrayando que lo que está siendo descubierto son "escenas de delitos", que no pueden ser ignoradas ni ocultadas.
Los restos encontrados en el vertedero clandestino de La Escombrera hacen parte de una serie de crímenes cometidos en el marco de operaciones militares entre 2002 y 2003, en el contexto de la guerra interna que vivió Colombia.
Durante ese periodo, se documentaron numerosas desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales perpetradas principalmente por actores del Estado y grupos paramilitares, en lo que muchos han considerado una de las épocas más oscuras de la violencia en el país.
🇨🇴🚨 "La JEP no tiene víctimas de primera o segunda categoría, las víctimas de todos los actores del conflicto son igualmente importantes. La verdad seguirá siendo desenterrada", Alejandro Ramelli, presidente de la JEP.
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"Lo que estamos viendo hoy, y lo que se ha venido desenterrando, no son restos de un pasado lejano, son pruebas de crímenes cometidos hace apenas dos décadas, que no podrán ser borrados de la memoria colectiva", añadió Ramelli, refiriéndose al contexto de impunidad que ha caracterizado este periodo de la historia reciente de Colombia.
María Victoria Beltrán, una de las familiares víctimas de desapariciones forzadas en la región, expresó que, para las familias afectadas, este hallazgo representa la esperanza de encontrar la paz que les fue arrebatada hace más de dos décadas.
"Tenemos la misma expectativa de todas las familias, todas quisiéramos que esta enorme fosa se abriera y así poder encontrar en ella la tranquilidad arrebatada hace 22 años", dijo Beltrán, quien se ha mantenido en la lucha por la verdad y la justicia desde que su ser querido desapareció en esos años de violencia.
En su intervención, el presidente de la JEP también resaltó el enfoque inclusivo de la justicia transicional, señalando que para la Jurisdicción no existen víctimas de primera o segunda categoría.
"Las víctimas de todos los actores del conflicto son igualmente importantes. La verdad seguirá siendo desenterrada, sin importar el origen de los perpetradores", afirmó Ramelli, enfatizando el compromiso de la JEP con la búsqueda de la verdad y la reparación integral.
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La JEP, establecida como parte del acuerdo de paz firmado en 2016 entre el gobierno colombiano y las FARC, ha jugado un papel clave en la investigación y el esclarecimiento de los crímenes cometidos durante el conflicto armado interno, en un proceso que busca no solo justicia, sino también la sanación de las heridas profundas de miles de víctimas.
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