Metro de Bogotá

Una vez más piden renuncia del gerente del Metro Bogotá por nuevo retraso en la obra

Foto: @MetroBogota
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Desde el Concejo de Bogotá exigen una vez más la renuncia de Leónidas Narváez, ya que el deprimido de la calle 72 no será entregado el 8 de octubre de 2024 como se había anunciado.

En un reciente tuit, la concejala Heidy Sanchez Barreto, cuestionó la gestión del gerente del Metro de Bogotá, José Leonidas Narváez, señalando que la obra del deprimido por la calle 72 acumula 1 año y 7 meses de retraso y que el contratista no cumplirá con la nueva fecha acordada ya que, según el mismo gerente, esta construcción necesitará más tiempo.

La concejala afirmó que el 21 de octubre de 2022 se firmó la Modificación No. 6 del Contrato y se acordó que la nueva fecha de la entrega del deprimido  sería el 8 de octubre de 2024. Así mismo, Heidy Sánchez critica la falta de sanciones y pide un cambio en la gerencia para proteger los intereses de Bogotá, al ver que el gerente Narváez modifica los contratos de las obras del Metro, reprogramando el cronograma en favor del contratista privado.
 

 Debate de Control político al metro de Bogotá llevado a cabo el 21 de agosto

 

El debate de control político sobre movilidad y el Metro de Bogotá, que se hizo el 21 de agosto en el Concejo de Bogotá, estaba citado para la semana del 11 de agsto, el cual fue convocado por la concejala Ana Teresa Bernal, de la bancada Colombia Humana.

No obstante, el debate fue cancelado sin previo aviso. Ana Teresa manifestó su descontento frente a este aplazamiento, ya que, según Bernal, el alcalde se reunió solo con unos pocos concejales afines a su gobierno, ignorando hasta el Nuevo Liberalismo; movimiento político al que pertenece Luis Carlos Galán.

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Además, la concejala de la Colombia Humana afirmó que el proyecto del metro subterráneo, que ya había tenido estudios de ingeniería en estado avanzado en la alcaldía del actual presidente, Gustavo Pero, se hundió por las 6 modificaciones del contrato de concesión que hizo Enrique Peñalosa.

Según Ana Teresa Bernal, estas modificaciones permitieron que se aprobara un metro elevado que incrementó su análisis financiero, con respecto al metro elevado; este modelo del metro genera una situación de desastre ambiental y estético.

Durante el debate de control político, que pasó a manos de Heidy Sánchez Barreto, del partido Unión Patriótica (coalición del Pacto Histórico), se solicitó la renuncia de Leónidas Narváez, gerente del Metro de Bogotá, debido a los graves retrasos y perjuicios financieros que ha generado su gestión en la ejecución de la Primera Línea del Metro de Bogotá-Tramo 1 (PLMB-T1).

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Sánchez Barreto denunció que bajo la gerencia de Narváez, las obras han acumulado un retraso de 1 año y 2 meses en el viaducto, en las vigas lanzadoras y en las obras de la Calle 72 con Avenida Caracas, afectando el cronograma y la entrega del proyecto, y causando un detrimento al patrimonio del Distrito por más de 25.415 millones de pesos. Además, señaló errores en la licitación de la Segunda Línea del Metro (SLM), lo que ha llevado a que esta no pueda ser adjudicada en el presente año.

Entre los principales hallazgos expuestos durante el debate, se destacaron los incumplimientos en la entrega de los Estudios y Diseños de Detalle, así como la falta de aplicación de multas correspondientes, lo que resultó en la pérdida de 25.415 millones de pesos en sanciones no cobradas al contratista.

Durante el debate se denunció que las obras principales del Metro de Bogotá cuentan con 226 días de desviación de ruta crítica, donde se enfatizó que el viaducto, columna vertebral de la obra, presenta un retraso del 59%.

Así mismo, varios concejales opositores denunciaron que, por culpa del cierre de la Avenida Caracas, provocará un colapso en movilidad, afectaciones a los negocios colindantes de la importante calle, provocando una inversión de 5.1 billones de pesos para su recuperación económica.

Además, las obras por la Caracas provocaron que 235 hayan sido desplazadas de sus hogares y locales comerciales. Por último, el Concejo puso en duda los valores pagados por los predios adquiridos por el distrito en la misma avenida; ya que, por metro cuadrado, las cifras son dispares: en algunos casos se pagó $500 mil pesos y en otras 7 millones de pesos en el mismo sector.

La concejala subrayó la urgencia de tomar medidas ante los reiterados incumplimientos y la necesidad de actuar en defensa de los intereses de Bogotá, evitando que se sigan beneficiando los contratistas privados en detrimento de los recursos públicos y del avance de las obras tan cruciales para la movilidad de la ciudad.

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