Esto es gracias a la Escuela Sinfónica de Antioquia y el Liceo Francés de Medellín.
La música es un elemento clave en el desarrollo infantil y así lo demuestran informes como el de la revista de la Sociedad Internacional para la Educación Musical, algo que se ve reflejado en Antioquia. Este reveló que la enseñanza de este arte en preescolar ha demostrado en las últimas décadas una mayor relevancia en el ámbito global, gracias a sus beneficios en los esquemas cognitivos, psicomotrices, emocionales y sociales de los niños.
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Asimismo, un artículo publicado en Frontiers in Neuroscience y liderado por expertos de la Universidad Libre de Ámsterdam, aseguró que cuando los niños reciben clases de música fortalecen habilidades que mejoran su rendimiento académico y socialización, como el razonamiento basado en el lenguaje, la memoria a corto a plazo y la planificación. Conscientes de estas realidades, instituciones educativas y entidades musicales de Colombia han unido sus propósitos de formación integral del ser desde una edad temprana. Tal es el caso del Liceo Francés de Medellín, que desde hace ocho años integró a su pénsum escolar un programa musical liderado por docentes, expertos en el arte, de la Escuela Sinfónica de Antioquia y que hoy impacta a 549 estudiantes. Para Natalia Hernández, música, profesora y coordinadora del programa de la Sinfónica en el Liceo Francés, “la música debe vivirse de una manera natural, receptiva y activa, sin importar las capacidades de los niños en esta expresión artística, sino el descubrimiento y apropiación que puedan hacer de los conceptos musicales, como el ritmo, la armonía y la melodía”. La experta señala que este acompañamiento se plantea desde prejardín hasta séptimo de bachillerato. Y aunque es un programa de formación musical, “no les enseñamos a los niños para que sean músicos, ni aprenden un instrumento como tal”. “Nuestro propósito es sensibilizarlos mediante un método diferenciador, en el que trabajamos la parte rítmica, auditiva, corporal y vocal”, sostiene.
Así funciona la Sinfónica de Antioquia
Se refiere a la pedagogía en la que la Sinfónica de Antioquia ha basado sus programas durante los 26 años que tiene de experiencia. Es la Metodología Willems, cuya esencia se enfoca en la formación de los niños en la música, fortaleciendo su imaginación y conciencia, y brindándoles espacios de socialización que favorezcan sus entornos cotidianos. De acuerdo con el legado de Edgar Willems, pedagogo europeo del siglo XX que estructuró este método, existe una relación entre la naturaleza de la música y la humana: la primera se compone de ritmo, melodía y armonía y la segunda de un cuerpo físico, un corazón sensible y una cabeza pensante. Lo que lo llevó a concluir que la educación musical influye en estas tres dimensiones del ser humano: el cuerpo a través del ritmo, el corazón a través de la melodía y la cabeza a través de la armonía. Algo totalmente aplicable a los estudiantes de Antioquia. Tal es la importancia de este modelo, que en el Liceo Francés de Antioquia, además de los estudiantes, también se forman los docentes.Puedes leer: Se subastarán más de 90 obras de arte moderno y contemporáneo en Bogotá
“No pretendemos que salgan siendo músicos; si alguno lo hace, sería algo maravilloso y contaría con todas las bases, pero nuestro propósito toma tiempo, va al ritmo de cada persona y es acompañar el desarrollo integral con elementos que sirvan para toda la vida”, afirma Hernández. El programa en Antioquia se dicta en horarios escolares, es una clase más semanal y no es electiva. Sin embargo, se abre la posibilidad de que los estudiantes de este colegio interesados en continuar un camino profesional lo hagan de manera extracurricular en una sede externa, en la que músicos destacados de la Sinfónica acompañan su proceso académico. Actualmente, entre 10 a 15 alumnos asisten a este espacio.
