Este martes 14 de enero, colectivos artísticos y ciudadanos se reunieron en el deprimido de la Terminal del Norte para repintar el mural sobre La Escombrera, en la comuna 13, que había sido eliminado por la Alcaldía de Medellín apenas un día después de su creación.
Equipados con rodillos, brochas y pintura, cerca de 200 personas plasmaron nuevamente las imágenes que denuncian los horrores ocurridos en esta zona, conocida como el mayor cementerio clandestino de Colombia.
La obra, realizada originalmente el pasado domingo, hacía referencia a las desapariciones forzadas ocurridas durante la operación Orión y la entrega de la comuna 13 al paramilitarismo.
Sin embargo, el lunes fue cubierta de gris, en un acto que el alcalde Federico Gutiérrez justificó al señalar que el grafiti no representaba arte urbano, sino una estrategia de aprovechamiento político para generar divisiones.
Pese a la controversia inicial, la Secretaría de Cultura de Medellín dio luz verde para que el mural fuera pintado nuevamente. Desde las 2:00 p.m., los convocados trabajaron en la recuperación de la obra, transformando el espacio en un símbolo de memoria y resistencia.
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Reacciones políticas y sociales
El borrado del mural generó fuertes críticas, entre ellas las del presidente Gustavo Petro, quien cuestionó públicamente al alcalde de Medellín. Petro señaló que la acción representa un intento por ocultar los hechos atroces vinculados a La Escombrera, incluyendo las desapariciones masivas y las fosas comunes dejadas tras la operación Orión.
Odiar a Antioquia es ocultar los hechos de la Escombrera:
El alcalde de Medellín debe responder en razón del orden público, porque en su gobierno no hizo la exploración para encontrar los seres humanos asesinados en la comuna XIII.
Por qué se dedica a borrar el arte que expresa…— Gustavo Petro (@petrogustavo) January 14, 2025
“El fascismo no es una ideología, es una delincuencia”, afirmó el mandatario, comparando los crímenes en la comuna 13 con actos cometidos por regímenes autoritarios como los de Pinochet, Videla y Hitler. Petro también instó al alcalde a revelar quiénes controlan actualmente la empresa privada que gestiona La Escombrera y a permitir que los jóvenes de la ciudad expresen libremente sus denuncias a través del arte.
Memoria y resistencia
La repintura del mural no solo busca honrar a las víctimas, sino también visibilizar uno de los capítulos más oscuros en la historia reciente de Medellín.
Para las mujeres buscadoras, quienes también participaron en la jornada, el mural es una herramienta para mantener viva la memoria y exigir justicia.
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