El gobierno, encabezado por la Agencia Nacional de Tierras (ANT), recuperó el predio San Martín, un terreno baldío reservado para la Nación de 428 hectáreas, ubicado en La Jagua de Ibirico, Cesar. Esta tierra, que ha sido ocupada y vendida irregularmente durante más de 30 años, se utilizará ahora para proteger los derechos de los agricultores que han vivido y cultivado la tierra.
La propiedad en San Martín fue confiscada en 1994. El antiguo Instituto Colombiano de la Reforma Agraria (Incora) fue utilizado sin permiso oficial. La intervención de la ANT tiene como objetivo abordar esta situación y fortalecer el compromiso de la administración del presidente Petro con la reforma agraria destinada a redistribuir tierras baldías para agricultores sin acceso a la propiedad.
El Subdirector de Procesos Agrícolas de la ANT, Ricardo Arturo Romero Cabezas, lideró una reunión con las familias residentes sobre el terreno, anunciando la recuperación material del inmueble y el inicio del proceso de titulación. “La tranquilidad de los vecinos de la finca San Martín no ha cambiado ni cambiará en el futuro”, explicó Romero, señalando que el terreno será administrado temporalmente por la Comisión de Acción Comunal (JAC) de Manizales Alto.
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La esperanza de un título de propiedad en el Cesar
Las 428 hectáreas adquiridas albergan a 9 agricultores que trabajan la tierra desde hace muchos años con la explotación agrícola. Según las autoridades, muchas de estas familias no sabían que los terrenos en cuestión eran propiedad libre reservada para el Estado.
Belkys Claro, presidente de JAC Manizales Alto, expresó su agradecimiento al gobierno: "Gracias al Gobierno Nacional y a la Agencia Nacional de Tierras, hoy sabemos que podemos ser dueños legales de estas fincas que han sido nuestro sustento. Esto es posible por el compromiso del presidente Petro con los derechos de los campesinos”.
Como parte de la estrategia para garantizar el uso adecuado de estas tierras, se firmó un documento de transferencia temporal con la JAC de Manizales Alto para garantizar el uso adecuado del terreno. Esta medida permite a la familia seguir utilizando el terreno para actividades agrícolas en espera del proceso de distribución final.
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La propiedad de San Martín está ubicada en una zona montañosa, en La Jagua de Ibirico a 50 minutos del casco urbano, cruzando las vías de Manizales Bajo y Manizales Alto. La recuperación representa un avance significativo en la lucha contra la informalidad y la desigualdad en el acceso a la tierra, un problema histórico en Colombia.
La recuperación de las fortunas de San Martín fortalece el compromiso de la administración del presidente Petro para lograr los objetivos de la reforma agraria. Estos esfuerzos tienen como objetivo no sólo legitimar el estatus de las granjas que ocupan tierras baldías, sino también garantizar que estas tierras cumplan su propósito de apoyar el desarrollo rural y la equidad social.
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