Este terreno, que ha sido ocupado irregularmente durante más de 30 años, se utilizará ahora para proteger los derechos de los agricultores que han vivido y cultivado la tierra.
El debate se centró el acceso a la tierra, la educación, la salud, la infraestructura, la producción de alimentos, los precios justos y la soberanía alimentaria.
El presidente Gustavo Petro destacó que las compras directas a los productores locales, en lugar de utilizar intermediarios y grandes contratistas, garantizarían una distribución más eficiente de los recursos.