La situación en la frontera entre México y Estados Unidos ha obligado a cientos de migrantes a replantearse su futuro y buscar asilo en territorio mexicano. El reciente cierre de las vías de asilo en Estados Unidos, impulsado por el gobierno de Donald Trump, ha dejado a familias enteras en una encrucijada.
Arianne Domínguez, una joven cubana de 24 años, es un claro ejemplo de esta realidad. Su esperanza de llegar al país vecino se desvaneció tras la eliminación de la aplicación móvil CBP One, que permitía a los migrantes agendar citas de asilo de forma remota. “Me quedé en shock, pero después pensé en buscar un plan B”, comenta frente a una oficina de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) en Naucalpan.
El trámite para obtener refugio en México puede implicar largas filas y días de espera, una situación que también enfrentan venezolanos como Juan Carmona, quien decidió con su esposa quedarse en el país. "Queremos hacerlo de la manera legal, no quedar indocumentados", asegura el mecánico de 50 años, quien emigró por razones políticas debido a la crisis venezolana.
Lee también: Organizaciones proinmigrantes advierten sobre redadas masivas del gobierno de Trump
Una nueva alternativa
México, que otorgó refugio a 26,855 extranjeros en 2024 según cifras oficiales, se ha convertido en una alternativa viable para aquellos que ven cada vez más lejos el "sueño americano". La presidenta Claudia Sheinbaum ha manifestado su disposición a activar un programa especial de refugio si es necesario, además de comprometerse a brindar protección humanitaria a quienes sean deportados por Estados Unidos.
Sin embargo, el camino hacia la regularización no es sencillo. En Tapachula, Chiapas, las filas para solicitar refugio en Comar son largas y están vigiladas por militares. Migrantes como José Ricardo Moreno, que tenía una cita confirmada en CBP One, ahora buscan estabilizarse en México. "La cosa no está buena, pero México nos ha abierto la puerta", expresa.
La creciente presión migratoria ha generado una red de solidaridad en algunas ciudades fronterizas. Vecinos ofrecen alimentos y baños, mientras migrantes intentan integrarse vendiendo comida o buscando empleos informales. Para muchos, cruzar de manera ilegal ya no es una opción. "He tomado muchos riesgos, pero pasar ilegalmente no es recomendable", concluye la venezolana Shakira Chaparro.
Entérate de lo que pasa en Colombia, sus regiones y el mundo a través de las emisiones de RTVC Noticias: 📺 míranos en vivo en la pantalla de Señal Colombia y escúchanos en las 73 frecuencias de Radio Nacional de Colombia 📻.