La concejala del Pacto Histórico, Heidy Sánchez, y el presidente Gustavo Petro lanzaron duras críticas al proyecto del Metro elevado de Bogotá. Ambos señalaron los constantes retrasos, los sobrecostos y las decisiones de la actual administración liderada por el alcalde Carlos Fernando Galán, que han condenado a la ciudad a un sistema de transporte que califican como ineficiente y perjudicial para los ciudadanos.
Retrasos y problemas estructurales del Metro elevado de Bogotá: el análisis de Heidy Sánchez
En un extenso hilo en Twitter, la concejala Sánchez denunció que las obras del Deprimido de la Calle 72, parte de la Línea 1 del metro, acumulan dos años de retraso y han llevado a quebrar el comercio en la zona, generando pérdidas irreparables. Según Sánchez, el concesionario ha pagado penalidades por solo 60 días de retraso, a pesar de los múltiples incumplimientos.
"El gerente de la Empresa Metro, José Leonidas Narváez, ha favorecido al privado al acordar nuevas fechas y al no cobrar $25.415 millones en multas por incumplimientos," afirmó la concejala Sánchez.
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Además, la munícipe destacó que el proyecto acumula entre 6 meses y 1 año y 2 meses de retraso, y se ha recortado el tiempo destinado a la construcción en 7 meses para intentar cumplir con la entrada en operación prevista en marzo de 2028.
1/8. Pese a las promesas del alcalde @CarlosFGalan, el 7 de diciembre se configuró el 4to incumplimiento con respecto a la entrega del Deprimido de la Calle 72, como parte de las obras de la línea 1 del metro. De esta forma, se acumulan 2 años de retraso en la entrega, tiempo… pic.twitter.com/f0jlL8u5Ot
— Heidy Sánchez Barreto 💛💚 (@heidy_up) December 28, 2024
Heidy Sánchez también criticó la decisión del alcalde Galán de mantener el diseño de un metro elevado, calificándolo como un "adefesio urbanístico" que prioriza los intereses privados. Según su análisis, el metro elevado:
- Tiene un recorrido de 23 km con 16 estaciones, lo que obliga el uso de TransMilenio como sistema alimentador.
- Genera ahorros en tiempo de viaje de apenas $3,9 billones en 30 años.
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En contraste, Sánchez defendió la propuesta del gobierno nacional de financiar un tramo central subterráneo, que permitiría:
- Un diseño más eficiente, con 23,9 km y 18 estaciones.
- Un ahorro de $6,9 billones en tiempo de viaje a largo plazo.
"Un proyecto ineficiente y perjudicial para Bogotá": Presidente Petro sobre el Metro elevado de Bogotá
El presidente Petro respaldó el hilo de la concejala Heidy Sánchez y añadió críticas más profundas. Según él, el metro elevado, tal como está planteado, aumentará los tiempos de viaje en Bogotá en media hora y perpetuará un sistema de transporte ineficiente.
"Si se soterra el tramo central, el tiempo de viaje en toda la ciudad disminuiría en 20 minutos, sacando a Bogotá de tener uno de los peores sistemas de transporte del mundo", aseguró el primer mandatario.
La conclusión de decenas de expertos nacionales e internacionales reunidos en estudio contratado por el ministerio de transporte, es clara al respecto.
Tal como se adelanta el metro elevado, con una grave y antitécnica conección con la línea subterránea, que por la 72 iría hasta… https://t.co/Vj06I6bIMN— Gustavo Petro (@petrogustavo) December 28, 2024
Gustavo Petro también señaló que la negativa del alcalde Galán de soterrar el tramo central fue una decisión respetada por su gobierno, pero que condena a Bogotá a un sistema menos eficiente.
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El jefe de Estado vinculó los problemas del metro a un sabotaje político que, según él, se originó en los gobiernos de Juan Manuel Santos y Germán Vargas Lleras, y continuó con Iván Duque. Acusó al exministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, de sabotear el metro subterráneo al acelerar licitaciones sin estudios completos, generando un contrato irreversible que beneficia a los privados.
"Sabotearon un proyecto altamente eficiente y moderno solo porque el proyecto era dirigido por mí", denunció el presidente.
Las críticas del presidente Petro y la concejala Sánchez subrayan los costos económicos, urbanos y sociales de mantener este diseño. Con las obras acumulando retrasos y los ciudadanos enfrentando las consecuencias de un transporte ineficiente, el futuro del metro sigue siendo incierto.
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