El homenaje que un grupo de líderes de las antiguas Farc le hizo esta semana al 'Mono Jojoy', jefe guerrillero muerto en un bombardeo en 2010 y recordado por liderar los secuestros, le hizo dudar a muchos colombianos si esa organización aprendió realmente la lección del proceso de paz. Una situación que se presenta justo cuando este domingo se conmemoran cinco años de la firma de la primera versión del acuerdo de paz, que luego tendría que ser ajustada, tras la victoria del No en el plebiscito. En ese documento, que se firmó el 26 de septiembre de 2016, en Cartagena, luego de más de cuatro años de negociaciones, y se refrendó el 24 de noviembre siguiente en el Teatro Colón de Bogotá, básicamente el grupo guerrillero se comprometía a dejar las armas a cambio de promover sus ideas a través de la acción política.
Continúa la polémica por homenaje al ‘Mono Jojoy’
Eso implicaba recibir cinco curules en el Senado y cinco en la Cámara, mientras se sometía a la justicia transicional, impartida por la JEP, y reparaba a las víctimas. Más allá de si se ha cumplido o no el acuerdo, ¿han aprendido las Farc a hacer política, dentro de las condiciones en las que se comprometieron con la sociedad?Rol como actores políticos
Según datos de la Misión de Observación Electoral (MOE), las Farc arrancaron su ejercicio en la política con los espacios que les dio el acuerdo, porque no pudieron obtener ninguno adicional en las urnas. En las elecciones para Cámara de Representantes del 2018, el partido Comunes participó en cinco circunscripciones: Atlántico, Antioquia, Bogotá, Santander y Valle del Cauca en los que alcanzó apenas 33.951 votos, no suficientes para obtener curules. Mientras que en las elecciones de Senado obtuvo 55.400 votos, que tampoco le alcanzaron. Una muestra inicial del rechazo que tenían hacia ese movimiento los colombianos. En Cámara, las Farc mantuvieron cuatro representantes de los que recibieron inicialmente. Perdieron uno por la silla vacía de alias Jesús Santrich. Para las elecciones para la alcaldía del 2019 participaron en 24 municipios, 13 de manera individual y 11 por medio de coaliciones, y nuevamente no lograron ninguna victoria. Curiosamente, los únicos exguerrilleros elegidos, Guillermo Torres, conocido como “Julián Conrado”, y Edgardo Figueroa Ramírez, no participaron a nombre de las Farc. Torres ganó la alcaldía de Turbaco (Bolívar), por la Colombia Humana, y Figueroa, la Alcaldía de Puerto Caicedo, Putumayo, por el partido ASI.Así puedes sintonizar las emisoras de paz
Bajo la lupa
“Estos resultados evidencian que como organización política deben buscar mecanismos para propiciar diálogos con la ciudadanía para evidenciar un cambio de imagen frente a lo que se ve como una organización que dio un salto de la guerra a la política”, manifiesta Alejandra Barrios, directora de la MOE.Para Barrios, que este partido en un comienzo se haya dejado el nombre Farc no contribuyó a la imagen que tenían, porque le recordaban al país todo el daño que le habían hecho y porque lo seguían usando las disidencias.Para el senador de Comunes Carlos Antonio Lozada, la imagen que tiene el movimiento es producto de años de confrontación, pero, en su opinión, es posible cambiarla para convertirse en un factor político relevante en Colombia. El senador también afirma que se les ha querido aislar desde diversos sectores, incluso algunos que apoyaron el proceso de paz, pero aun así destacó que Comunes está bien estructurado con presencia en 27 de los 32 departamentos del país.
Seis momentos clave de la firma del acuerdo de paz
Para la directora de la MOE, la participación que ha tenido Comunes en el Congreso ha generado gran incidencia en el control político, aunque existe una deuda en la equidad de género al interior del partido que era evidente desde la reincorporación en el 2016 donde esta guerrilla evidenciaba unas jerarquías y una visión patriarcal y conservadora en torno al liderazgo de las mujeres.Lozada se queja de que el partido no ha tenido las garantías suficientes para ejercer su actividad política, no solo por el asesinato de más de 280 firmantes del acuerdo, sino porque no se ha creado el sistema integral de seguridad para el ejercicio de la política.Respecto a la división que tuvo Comunes en los últimos meses, el senador expresó que una cosa son las estructuras político-militares donde primaba la disciplina y la necesidad de jugarse la vida, y otro es el escenario de la política legal abierta en donde los matices y las diferencias que podrían evidenciarse se hicieron visibles causando divisiones y otras posturas. Aunque los miembros del partido defienden la transformación que han tenido al ejercer la política, hechos como el homenaje al 'mono Jojoy' hacen que muchos colombianos sigan sin confiar en ellos. Colprensa