El turista mexicano fue víctima de precios exorbitantes durante sus vacaciones en Cartagena.
Un turista mexicano que eligió a Barú, Cartagena, como destino para sus vacaciones, denunció que fue víctima de una excesiva especulación de precios en un kiosco de Playa Blanca. El caso no solo se hizo viral, sino que ya es noticia nacional porque, al parecer, no solo los extranjeros son víctimas de estos actos, también los propios habitantes de Cartagena.
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En la imagen de la factura, que ha estado circulando a través de redes sociales, se ve cómo, se ve que una picada familiar tuvo un costo de $1.250.000 pesos, mientras que tres gaseosas grandes costaron $135.000 pesos. Las personas de este lugar también se dieron a la tarea de cobrar por su “servicio”, que ellos mismos denominaron “nuestro trabajo”, un monto de $850.000 pesos. La víctima, de nombre Miguel Mayen, aseguró en declaraciones a Caracol Radio que la cuenta, que marcaba $6.502.000 pesos, logró ser reducida a $3.000.000 de pesos a pesar de la actitud agresiva que tenían los trabajadores del lugar.Puedes leer: Colombia ocupó el tercer lugar entre los países con mayor belleza natural del mundo
“Se nos hizo raro que nunca llegaron con la carta y cuando llegó la cuenta se nos hizo un precio exageradísimo, y comenzaron a llegar varios a intimidarnos y amenazarnos hasta que logramos rebajar la cuenta”, dijo el turista mexicano que, junto a sus allegados, se fue de Colombia sin poder hacer la denuncia legal.