El presidente Gustavo Petro ha presentado una propuesta ambiciosa ante el Congreso de la República de Colombia: reducir la jornada laboral a 40 horas semanales.
Según Petro, esta medida busca abordar un problema estructural del país: la baja productividad a pesar de contar con una de las jornadas laborales más extensas dentro de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
"Colombia tiene la segunda jornada laboral más larga de la OCDE, pero también la menor productividad", afirmó Petro en un discurso enfático. Criticó la idea de que una mayor explotación de los trabajadores, con jornadas extensas, inestabilidad laboral y salarios bajos, conduzca necesariamente a mayores ganancias empresariales.
Ha pesar de tener la segunda jornada laboral más grande de la OCDE, Colombia es el país con la menor productividad de toda la OCDE.
Se trata de una enorme equivocación colombiana: pensar que entre más se explote a los trabajadores con altas jornadas laborales, inestabilidad y… https://t.co/PxGE55nz6S— Gustavo Petro (@petrogustavo) July 21, 2024
Según el presidente, esta concepción es una "enorme equivocación colombiana" que ha persistido desde tiempos históricos.
Petro remontó la historia del movimiento obrero y las lecciones de figuras como Henry Ford, Franklin D. Roosevelt y Alfonso López Pumarejo, destacando que la práctica de jornadas laborales extensas no ha sido efectiva para mejorar la productividad ni el bienestar social en Colombia.
El presidente también hizo referencia a intentos previos de reforma, mencionando la ley impulsada por el expresidente Álvaro Uribe que buscaba reducir gradualmente la jornada laboral, pero que según Petro, no ha logrado los resultados esperados.
"La situación laboral en Colombia se asemeja a una semiesclavitud", declaró Petro, enfatizando la necesidad de mejorar los salarios reales y las condiciones laborales para elevar la productividad.
Según él, el aumento de la productividad depende de mejorar la educación, fomentar la competencia y eliminar los monopolios, además de alcanzar un acuerdo entre trabajadores y empresarios que permita reducir la jornada laboral sin comprometer la productividad.
"Si aumenta la productividad, pueden aumentar tanto los salarios reales como las ganancias empresariales", citó Petro, haciendo eco de las ideas de Karl Marx sobre el desarrollo socioeconómico.
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Ahora queda en manos del Congreso evaluar y debatir esta propuesta, que promete generar controversia y debate en los próximos meses.
