Presidente Petro durante discurso en posesión de la nueva magistrada del Consejo de Estado

"Es con la justicia social que se desarrolla un país y nos equilibramos con la naturaleza y con la vida": Presidente Petro

Foto: flickr de Presidencia
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Durante su discurso, el presidente Petro compartió reflexiones sobre la justicia social, la transformación de la justicia y la necesidad de reforzar la Constitución del 91.

En la ceremonia de posesión de Elizabeth Becerra como nueva magistrada del Consejo de Estado, el presidente Petro inició su discurso abordando uno de los problemas más graves que enfrenta el planeta: el cambio climático.

 

 

 

En este contexto, criticó duramente el modelo económico capitalista, señalándolo como uno de los principales responsables de la crisis ambiental que afecta a Colombia. “Si no hacemos nada y reemplazamos los combustibles, la existencia de la humanidad se acabará en un breve plazo”, afirmó el mandatario.

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El presidente también mencionó cómo el cambio climático ha impactado los recursos naturales de Colombia, destacando la sequía de ríos emblemáticos como el río Paraguay y la pérdida de peces en el río Magdalena:

"Solo podemos evitar el camino de la extinción, por nuestros hijos y por nuestros nietos, si el ser humano cambia su política económica y social", enfatizó Petro, añadiendo que esta transformación debe ir acompañada de una nueva concepción jurídica global.

Petro no dejó pasar la oportunidad de recordar su destitución como alcalde de Bogotá por parte del entonces procurador Alejandro Ordóñez, a quien acusó de haber actuado “por encima del voto popular”. “Todos los órganos de justicia, tanto nacionales como internacionales, fallaron a mi favor y ninguno contra el señor Ordóñez”, expresó el presidente, subrayando el abuso de poder que vivió en carne propia.

El mandatario también hizo referencia a la Constitución de 1991, un documento que, según él, representa un cambio de mentalidad y una "revolución conceptual" para Colombia. “La constitución de 1886 fue derogada por nosotros con la de 1991: fue un cambio de mentalidad", afirmó Petro, enfatizando que su gobierno no pretende cambiar la Carta Magna, sino fortalecerla.

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El primer mandatario criticó duramente lo que llamó la "gobernanza paramilitar" que dominó el país en los años 90 y 2000, señalando que fue un periodo marcado por la alianza entre el narcotráfico y el poder local, lo que derivó en la violencia que aún persiste en el país.

En este punto, el presidente destacó uno de los episodios más oscuros de la historia reciente de Colombia: los falsos positivos. “Los 6.402 falsos positivos son un crimen de Estado y de lesa humanidad”, afirmó, subrayando la necesidad de reconocer estos hechos y de hacer justicia para las víctimas.

 

 

Petro expresó su deseo de rendir homenaje a los magistrados que trataron de hacer justicia frente a la gobernanza paramilitar, aunque muchos fueron silenciados. En un gesto simbólico, anunció que pedirá a Laura Sarabia que organice un acto para otorgar la Cruz de Boyacá a estos magistrados: “Es una lucha por la democracia y la libertad y la idea de una humanidad de seres libres”, indicó.

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El presidente también arremetió contra el "cartel de la toga", un escándalo que involucró a altos magistrados en actos de corrupción. Petro criticó el papel de Néstor Humberto Martínez y cómo se utilizó la justicia para manipularla en favor de ciertos clanes políticos. “Llegaron para manipular la justicia a favor de unos clanes políticos”, denunció.

El presidente subrayó que su gobierno está comprometido con devolverle la dignidad a los trabajadores a través de la reforma laboral. Enfatizó que Colombia tiene una de las jornadas laborales más largas y una productividad más baja entre los países de la OCDE, lo que considera "un atraso mental y económico". "Es con la justicia social que se desarrolla un país, con la justicia social nos equilibramos con la justicia y con la vida", afirmó Petro.

 

En relación a esto, el mandatario se preguntó por qué, a pesar de su compromiso con la Constitución del 91 y su coherencia con los ideales revolucionarios, sigue siendo mal visto por ciertos sectores de poder: “¿Por qué una persona, que en realidad es un revolucionario y debería ser coherente con lo que ordena la constitución del 91, no es bien visto por los poderes del privilegio?”, cuestionó el presidente.

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Uno de los momentos más llamativos de su discurso fue cuando Petro cuestionó la decisión de la Corte Constitucional de cerrar el Ministerio de la Igualdad, una de sus principales iniciativas de gobierno. “Fue tan fuerte el concepto de igualdad, que decidieron cerrar el Ministerio. ¿Por qué?, ¿acaso la constitución no habla es de igualdad?”, preguntó el presidente.

Finalmente, el Gustavo Petro hizo un llamado para que todas las instituciones del país reconozcan que el verdadero poder en Colombia reside en el pueblo. “El único que tiene el poder en Colombia es el pueblo y todo servidor público lo que tiene que hacer es entregarle el poder al pueblo”, afirmó, subrayando la importancia de la participación ciudadana en la construcción de una democracia más justa.

 

 

Cerrando su intervención, Petro ofreció una reflexión sobre el perdón y la capacidad de reconciliación en el contexto de los conflictos que han marcado la historia de Colombia:

"La única manera de dialogar es con franqueza... Aceptando que el que te iba asesinar pueda recibir tu sombrero... Porque me siento digno, porque me escapé de la muerte, de recibir al señor que me iba a asesinar y mostrarle a Colombia que se puede perdonar", concluyó el presidente, dejando un mensaje de esperanza para el futuro del país.

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