El exjefe paramilitar, Salvatore Mancuso, se refirió a su relación con el exmandatario, Álvaro Uribe Vélez, las ocasiones en que “personas poderosas” han intentado silenciarlo desde que comenzó su declaratoria, los incumplimientos de los acuerdos de Justicia y Paz, y lo que espera con su llegada a la JEP. Una fuerte polémica se desató en la opinión pública nacional después de conocerse la noticia de que Mancuso comenzaría a hacer parte de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), pues algunos sectores de la política aseguraban que los exjefes paramilitares tenían su propia jurisdicción, llamada Justicia y Paz. La periodista María Jimena Duzán, afirma en su podcast “A fondo”, que “hoy por hoy la JEP no tiene la potestad de recibir como comparecientes a los exmiembros de los grupos paramilitares, porque esa potestad se les quitó en el trámite en el Congreso. Se la quitaron quienes se oponían a la JEP y a la verdad, encabezados por el Centro Democrático y el Cambio Radical, para no hablar de esa `mano invisible´ que era el entonces fiscal, Néstor Humberto Martínez.” Sin embargo, el Tribunal de Paz acepta a Salvatore Mancuso como miembro de la JEP, pero por su participación de “bisagra”, lo que quiere decir que funcionó como puente entre las AUC y las Fuerzas Armadas de Colombia. “Mancuso ejerció el rol de bisagra en la cúspide, como superior, con la fuerza pública, con capacidad de establecer patrones de macrociminalidad”, según el comunicado oficial emitido por dicha entidad.
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Tras su llegada a la JEP, Mancuso tuvo el deber de realizar dos declaraciones, una pública y una privada, en la que tenía la obligación de contar a detalle los hechos ocurridos durante su participación en el grupo delictivo, dando nombres de miembros de la fuerza pública involucrados en distintos delitos con las Autodefensas y ofreciendo pruebas de cómo en 1998 los paramilitares tenían una lista de personas influyentes a quienes habrían decretado “la pena de muerte”, entre los cuales se leía el nombre del actual presidente, Gustavo Petro. En dichas declaraciones, el exjefe paramilitar también reafirmó las “estrechas relaciones” que mantenían los paramilitares no solo con las Fuerzas Armadas de Colombia, sino también con entidades de inteligencia estatal, como el hoy extinto DAS. A pesar de que en distintas ocasiones Salvatore Mancuso ha asegurado su compromiso de reparar a las víctimas y resarcirse por sus crímenes, su llegada a la JEP generó un fuerte rechazo en diferentes sectores de la población, particularmente en los principales detractores de este tribunal para la paz, entre los que se destacan los ya mencionados Centro Democrático, Cambio Radical y Álvaro Uribe Vélez. Particularmente el expresidente Uribe se ha pronunciado al respecto, afirmando que Mancuso muestra distintas inconsistencias al momento de comparar su confesión actual y la que realizó años atrás ante el tribunal de Justicia y Paz.Las afirmaciones de Mancuso:
“Frente a las recientes manifestaciones de ex militares y la reserva activa ante la JEP, es mi deber enfatizar con vehemencia una realidad ineludible. Aunque contamos con militares y policías íntegros y honestos en las filas, la evidencia que he presentado y que otros seguirán exponiendo revela, sin ningún margen de duda, una asociación ilícita y profunda entre la fuerza pública y las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia), cuando la guerrilla estuvo a punto de tomarse el poder por las armas”. Agrega también que hubo una colaboración de las autodefensas y entidades estatales “Durante años compartimos el poder militar, el poder político, lo que los hace cómplices porque apoyaron y cuando no podían apoyar, miraron para otro lado, se hacían los que no veían, hubo negligencia y eso llevó a la expansión de las autodefensas”. Durante la entrevista, Mancuso ofrece pruebas contundentes que reafirman sus declaraciones, entre las que se encuentra el hecho de que para esos años (década del 90) las bases militares de las AUC se encontraban estrechamente cercanas a las bases militares del Ejército Nacional, así como de las estaciones de policía y del DAS en el casco urbano. Afirma también que militantes de las autodefensas tenían la posibilidad de resguardar dentro de las bases estatales, teniendo la posibilidad de incluso “dormir ahí con seguridad”, intentando demostrar cómo hubo realmente un apoyo mutuo y un aura de camaradería que hoy se intenta desconocer. Te puede interesar: Álvaro Uribe responde a las acusaciones de Salvatore Mancuso ante la JEP Por su parte, el expresidente Álvaro Uribe Vélez, afirmó en su cuenta de X, con respecto a la entrevista, lo siguiente: “Mancuso, sinvergüenza, antes decía que cuando pasaban por el Ubérrimo no miraban porque yo no ayudaba. Esta finca está cruzada por vías públicas y la casa está sobre una vía, donde usualmente dejan los carros de los visitantes, inclusive de la Fuerza Pública como lo hizo el Cr Suárez cuando fue a preguntar por mi seguridad." El exmandatario agregó "Tendrá que probarme que pasó de la calle, que conversó conmigo, cuando siempre dijo lo contrario. Sobre la reunión negada por el propio Cr Suárez el bandido respondió a una pregunta ante fiscales que no hablamos de paramilitarismo en Antioquia”Durante la entrevista, Salvatore hace mención no solo desde sus recuerdos y vivencias, sino también de las de distintos testigos de la zona, sobre sus ingresos a la finca del expresidente Uribe: "Pregunte si no me vieron entrando alguna vez a la finca de Álvaro Uribe". El exjefe paramilitar envió un mensaje en la entrevista: “Yo invito a aquellas personas que tuvimos responsabilidad en el conflicto y que por favor seamos coherentes con la historia, con el momento histórico, con lo que representan para la historia del país y para las nuevas generaciones." También afirmó "El paso aquí no es llamémoslos a la venganza o utilicemos la verdad para venganzas y retaliaciones, no. Sino la verdad para que no se repitan los hechos, la verdad para desmontar los factores de persistencia, la verdad para reconciliarnos, como un elemento reconciliador, pero no para venganza, por retaliaciones.”Mancuso, sinvergüenza, antes decía que cuando pasaban por el Ubérrimo no miraban porque yo no ayudaba. Esta finca está cruzada por vias públicas y la casa está sobre una via, donde usualmente dejan los carros de los visitantes, inclusive de la Fuerza Pública como lo hizo el Cr…
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) December 17, 2023