Los países miembros del G7 pidieron a Bielorrusia que ponga fin "inmediatamente" a la crisis migratoria en las fronteras de la Unión Europea (UE) y acusaron a este país de querer "desviar la atención" de las violaciones de derechos humanos. En un comunicado conjunto los ministros de Relaciones Exteriores de Reino Unido (que ocupa la presidencia del G7), Francia, Estados Unidos, Canadá, Alemania, Italia, Japón y la Unión Europea, "condenan la organización por parte del régimen bielorruso de la inmigración ilegal en sus fronteras". "Pedimos al régimen que ponga fin inmediatamente a su campaña agresiva (...) para evitar nuevas muertes y más sufrimiento", dijeron.
Crisis migratoria en frontera bielorrusa podría durar «meses o años», según Polonia
"Los actos del régimen bielorruso constituyen un intento de desviar la atención de su desprecio permanente por el derecho internacional, las libertades fundamentales y los derechos humanos, incluidos los de su propio pueblo", agregaron. Así, los países del G7 piden a Bielorrusia que conceda a las organizaciones internacionales "un acceso inmediato y sin obstáculos para poder suministrar ayuda humanitaria". Además, expresan su "solidaridad" con Polonia, Lituania y Letonia, víctimas según ellos de una "utilización provocadora de la inmigración ilegal". Varios miles de migrantes, oriundos sobre todo de Oriente Medio, están acampados desde hace días, soportando temperaturas muy bajas, frente a la frontera polaca, del lado bielorruso, con la esperanza de poder cruzarla y entrar así en la Unión Europea (UE). Los países occidentales acusan a Bielorussia de haber organizado este flujo de migrantes en respuesta a las sanciones internacionales contra sus autoridades, tras la represión de las manifestaciones opositoras en 2020. Polonia, Lituania y Letonia se niegan a admitir a estos migrantes. AFP