Así lo reveló un informe del Dane, a propósito del Día Mundial de la Prevención del Embarazo Adolescente.
En el Día Mundial de la Prevención del Embarazo Adolescente, que se conmemora este 26 de septiembre, el Departamento Nacional de Estadística (Dane) informó que los primeros siete meses del 2021 el embarazo de niñas menores de 14 años creció un 9.6% respecto al mismo periodo del 2020. De acuerdo con la entidad, de enero a julio de este año nacieron 2573 niños cuya madre es una niña, mientras que en el mismo periodo del año pasado se registraron 2348 partos en esta misma población.
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En cuanto a las adolescentes de 14 a 19 años, este año se han registrado 60.324 embarazos respecto a los 60.707 embarazos en el mismo periodo del año pasado, una disminución de 0,6%. Los datos corroboran la alerta sobre el riesgo de incremento en embarazo adolescente en Latinoamérica debido a la pandemia. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) advirtieron, en un informe en diciembre del año pasado, que los cierres escolares y confinamientos podrían representar un retroceso de cinco años en la reducción de la tasa de fecundidad adolescente, la cual pasaría de 61 a 65 nacidos vivos por cada 1.000 adolescente de 15 a 19 años.El año del buey: las predicciones del horóscopo chino para el 2021
Según estas organizaciones internacionales, entre las razones del incremento del embarazo adolescente durante la pandemia están las dificultades y barreras de acceso a métodos anticonceptivos y servicios de salud reproductiva. Otra de las razones es que el confinamiento aumentó la exposición de las niñas y adolescentes a situaciones de violencia sexual y abuso en el ámbito intrafamiliar y que pueden redundar en un incremento de los embarazos no deseados. Otra preocupación por el incremento de los embarazos adolescentes es la vulneración de los derechos fundamentales como el acceso a la educación de las madres menores. Según datos del Dane, el 63,7 % de las niñas entre los 10 y 14 años de las zonas rurales del país, que tenían algún hijo o hija, no asistían a un centro educativo en 2018. Colprensa
