El brasileño Alemão, socio de Diego Maradona en el Napoli que ganó el 'Scudetto' en 1990, el último conquistado por los italianos hasta este jueves, lamenta que el argentino no esté vivo para ver la coronación del equipo que lo idolatra. "Es una pena que Diego no esté vivo". El título le hubiese "complementado la fiesta, su alegría. Merecía vivir más", dice a la AFP el elegante exmediocampista desde su pueblo natal, Lavras, en el estado de Minas Gerais (sureste). A falta de cinco partidos para el final del campeonato italiano y dos años y medio después del fallecimiento del '10', el Napoli de Luciano Spalletti bordó la tercera estrella al empatar 1-1 con Udinese y quedar a 16 puntos de Lazio, su perseguidor, con 15 por jugarse.
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De esa forma pusieron fin a una sequía de 33 años sin la corona, aunque lograron cuatro subcampeonatos en las diez temporadas pasadas. El Napoli hasta ahora hacía "buenas campañas", pero le "faltaba tener un equipo más amplio, calidad, sustitutos, un articulador en el medio campo". Lo "vino preparando y finalmente lo consiguió", celebra Alemão, de 61 años. Aunque está feliz por la hazaña, considera que el georgiano Jvicha Kvaratsjelia, nueva estrella del equipo, no puede compararse con 'D10s': "Maradona era un genio".El privilegio de compartir con Maradona
Con aún menos pelo que en sus tiempos de pantalones cortos, Ricardo Rogério de Brito, Alemão, recuerda con orgullo al equipazo de 1989-90 que contaba apenas con tres extranjeros (Maradona, el delantero brasileño Careca y él) e italianos como Ciro Ferrara, Andrea Carnevale y Gianfranco Zola. Llegado en 1988, el mundialista con Brasil en México-1986 e Italia-1990 levantó el segundo título liguero napolitano y el primero de su carrera, tras irse en blanco del Botafogo de Rio de Janeiro y del Atlético de Madrid. "Teníamos un equipo muy compacto y con un líder, Maradona, que tenía mucho liderazgo positivo. Pensaba siempre que ganaríamos, motivándonos siempre a todos, y eso fue muy importante", afirma. "Para cualquier jugador era un grandísimo privilegio jugar con él. Siento nostalgia de aquel tiempo, porque era demasiado valioso estar al lado de un tipo que era el mejor del mundo".Puedes leer: Colombia quedó ubicada en el Grupo C del Mundial Sub-20
El trío de foráneos forjó una sociedad dentro y fuera de las canchas en aquella campaña en la que Napoli ganó su último gran título con Diego Maradona tras haber alzado la Serie A de 1986-87 y la Copa de la UEFA de 1988-89. Los hinchas del club de esta ciudad del empobrecido sur de Italia los idolatraban no sólo por su juego, sino porque sentían que los reivindicaban ante las discriminaciones de las que eran objeto por parte de otras regiones. "Era complicado jugar fuera de Napoli, nos recibían con pancartas en las que nos llamaban africanos, como si fuera algo peyorativo. Era agresividad, no respetaban la ciudad, el pueblo, pero (eso) nos motivó mucho para poder superar las dificultades, nos hacía más fuertes", apunta. AFP.