El popular Flamengo, el club con más hinchas de Brasil, consiguió este sábado su tercera Copa Libertadores al derrotar 1-0 a Athletico Paranaense en una final a partido único en Guayaquil. El delantero Gabriel Barbosa volvió a ser el héroe del "Mengao" con un gol en el minuto 45+4, tres años después de entregarle a la "torcida" de Rio de Janeiro el título de 2019, ante River Plate. Aclamado ya como una leyenda del "Fla", "Gabigol" aprovechó un descuido de un Paranaense que complicaba al favorito hasta la expulsión del central Pedro Henrique, finalizando el primer tiempo.
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Con un equipo lleno de estrellas, como el delantero Pedro y el uruguayo Giorgian de Arrascaeta, Dorival Júnior obtuvo su primer título continental como DT, tras 20 años de carrera consolidando la imagen de un entrenador respetado, aunque poco ganador, y apegado al buen juego.Así fue la victoria de Flamengo en la Copa Libertadores
Un abrazo entre sonrisas de Dorival Júnior y su colega Luiz Felipe Scolari anunció lo que sería una batalla entre dos sabios del fútbol brasileño. Convencido de que Flamengo podría equivocarse en cualquier momento, Felipao había asegurado en la previa que el formato de partido único podría beneficiar a su equipo, convertido en un "mata gigantes" en esta edición de Libertadores -eliminó a Libertad, Estudiantes de La Plata y el bicampeón vigente Palmeiras-. Vestido de blanco para esta ocasión, el Paranaense se replegó en su campo con disciplina aguardando una errata del rival.Lee también: ¿Cuánto cuesta ir al Mundial de Catar 2022?
Así, valiéndose especialmente de las fisuras dejadas por el central contrario David Luiz y la irreverencia del joven delantero Vitor Roque, empezó visitando el arco de Santos con mayor determinación. La propuesta extravagante de Dorival Júnior se estrellaba contra el muro del "Furacão". Incluso llegó, sin tener éxito, a dejar el inicio de las jugadas en manos de los centrales que transportaban el balón hasta la mitad de cancha. El díscolo lateral derecho Rodinei llegó a estar por delante del artillero Gabriel Barbosa en medio de los intentos por marcar un gol. Los fantasmas sobrevolaban sobre el "Fla", que adquirió la fama de arrasar durante las primeras fases de los torneos y fallar en los partidos definitivos. El año pasado había perdido la final ante Palmeiras. En el Estadio Monumental, sin aforo completo aunque con una extensa fanaticada del Flamengo, el duelo era mano a mano. La doctrina impuesta por el Scolari, campeón del mundo en 2002, se derrumbó cuando asomaba el entretiempo (43 minutos). Pedro Henrique derribó a Ayrton Lucas y el árbitro argentino Patricio Loustau le mostró la tarjeta roja por doble amarilla. La imagen del central tomándose el rostro con las manos pronosticó la desgracia que se avecinaba para el huracán brasileño. Cuatro minutos después de la expulsión, Flamengo se valió del hombre de más y anotó el primer tanto a través de una combinación entre Rodinei, Éverton Ribeiro y Gabigol, que empujó el balón tras un pase del capitán rubronegro desde la banda derecha. Uno de los jugadores más abucheados por la "torcida" de Paranaense calló en sus narices a la mancha de fanáticos que llegó principalmente desde el estado de Paraná hasta la capital económica de Ecuador. Aficionados ecuatorianos se colaron en esa grada para respaldar al equipo más débil sobre la cancha.Te puede interesar: Fútbol femenino colombiano: gestas hechas a pulso y con sudor en la cancha