El pasado 9 de diciembre, un perturbador hallazgo conmocionó a la ciudad de Sliema, Malta, cuando dos niños franceses encontraron una maleta flotando cerca de un lujoso muelle. Dentro, las autoridades descubrieron el cuerpo desmembrado de un hombre, identificado posteriormente como Raoul Eduardo Rei, un colombiano de 50 años. El hecho desató una investigación que reveló conexiones con el narcotráfico y llevó al arresto de Andrés Leonardo Gamboa Durán, un cucuteño de 43 años.
Confesión de un crimen atroz
En una audiencia reciente, Gamboa confesó haber desmembrado el cadáver de Rei tras encontrarlo sin vida en su apartamento en Msida, una localidad cercana. Según su testimonio, entró en pánico y decidió destruir los documentos de la víctima antes de adquirir un hacha y una maleta en una tienda local. Luego, desmembró el cuerpo y lo transportó en la valija hasta la costa, donde intentó arrojarlo al mar. Sin embargo, la maleta flotó, lo que condujo al posterior descubrimiento del crimen.
El acusado afirmó que Rei murió debido a la rotura de una cápsula de cocaína que transportaba en su estómago, un método común entre las denominadas “mulas” del narcotráfico. La autopsia confirmó que la víctima llevaba más de 100 cápsulas en su interior, y la causa probable de su muerte fue asfixia.
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Evidencias incriminatorias
La investigación se agilizó gracias a la etiqueta adherida a la maleta, que permitió rastrear su origen hasta una tienda en San Ġwann. Las cámaras de seguridad del lugar captaron a Gamboa comprando el hacha y la maleta, y posteriormente subiendo a un taxi. Estas pruebas, junto con los testimonios de los empleados del comercio, permitieron a la policía localizar al sospechoso tres días después del hallazgo del cuerpo.
En el apartamento del acusado, las autoridades encontraron pruebas clave, incluyendo rastros de sangre, pequeños huesos en el baño y un hacha envuelta en plástico azul que coincidía con la descripción proporcionada por Gamboa. Además, se incautaron productos de limpieza y un paquete de pañales, los cuales correspondían con los encontrados en el cadáver.
Aunque Gamboa no enfrenta cargos de homicidio, se le acusa de ocultamiento de cadáver, destrucción de pruebas, tráfico de drogas y lavado de dinero. La magistrada Astrid May Grima consideró que existen suficientes pruebas para llevar el caso a juicio, programado para reanudarse el próximo 30 de enero.
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