Un país que está bajo el poder de Daniel Ortega hace 14 años.
Nicaragua celebra unas controvertidas elecciones en las que el presidente Daniel Ortega, quien lleva 14 años en el poder, sin duda obtendrá un cuarto mandato consecutivo, con sus principales adversarios en prisión. A continuación, cinco puntos claves que explican cómo se llegó hasta aquí:
El "pacto del diablo"
Ortega gobernó Nicaragua en los años 1980, en medio de una guerra civil con grupos insurgentes patrocinados por Estados Unidos, tras el triunfo de la revolución liderada por el izquierdista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) que derrocó al dictador Anastasio Somoza en 1979. Derrotado en las urnas en 1990 por Violeta Barrios de Chamorro, Ortega condujo la transformación del FSLN por 17 años desde la oposición y negoció en 1999 un pacto con el expresidente liberal Arnoldo Alemán (1997-2002) para repartirse cuotas de poder en todas las instituciones del Estado. Un "pacto del diablo", le ha llamado el célebre escritor nicaragüense Sergio Ramírez, en el exilio en Madrid. El pacto propició la vuelta de Ortega al poder en 2007, cuando ganó las elecciones e impulsó una política de izquierda pragmática, negoció con organismos financieros y, contrario a los años 1980, tuvo una alianza con los grandes empresarios y relación comercial con Estados Unidos.Nicaragüenses votan en unos comicios que aferran a Ortega al poder
La "no competencia electoral"
El FSLN asumió gradualmente en solitario el control del Estado. Ortega fue reelecto en 2011 al amparo de un cuestionado fallo judicial de 2009 que declaró inaplicable solo para él la prohibición constitucional de la reelección sucesiva. En 2014, se aprobó otra polémica reforma constitucional que avaló la reelección presidencial indefinida. Las reformas "incorporaron reglas que restringen la competencia electoral y el ejercicio de los derechos políticos" de los nicaragüenses, señaló un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Ortega fue reelecto en 2016 en unas elecciones sin rivales de peso y marcadas por un alto abstencionismo. En medio de una gradual pérdida del caudal electoral del FSLN, se aprobaron reformas que bajaron el tope exigido para ganar una elección y ahora gana el candidato con el "mayor número de votos válidos".La "copresidencia"
El control de Ortega sobre las instituciones del Estado ahora es total: Ejército, Policía, Congreso, Consejo Supremo Electoral, Poder Judicial y Fiscalía. "Todos los poderes están alineados con el Ejecutivo, por lo que no representan límites para el ejercicio del poder ni impiden las arbitrariedades", según la CIDH. Al mismo tiempo, Ortega extendió la influencia de su familia. Los opositores lo acusan de nepotismo. Su esposa Rosario Murillo fue primero su portavoz oficial y desde 2017 su vicepresidenta. "Aquí tenemos dos presidentes porque respetamos el principio de 50-50, o sea aquí tenemos una copresidencia con la compañera Rosario", dijo Ortega recientemente en un acto público. Sus hijos son dueños o dirigen medios de comunicación oficialistas y algunos ocupan cargos públicos.Nicaragua aceptó presencia de Colombia en espacio marítimo del Mar Caribe