Recordamos esta anécdota de Gabo en la conmemoración de los 40 años de su Nobel de Literatura
Quizás uno de los discursos más tiernos y a la vez más hilarantes de Gabriel García Márquez fue el que dio durante la celebración del IV Congreso Internacional de la Lengua Española que se celebró en Cartagena en 2007 donde contó detalles no conocidos de su obra maestra Cien años de soledad. En ese discurso, el Nobel no desaprovechó oportunidad para reconocer la labor de su esposa Mercedes Garcha antes de que su obra insignia estuviera en las vitrinas de las librerías del mundo.
Gabriel García Márquez: 40 años del Premio Nobel de Literatura
Varias de los comentarios que el escritor hizo sobre su esposa ocasionaron efusivos aplausos y risas en la audiencia, Bill Clinton entre ellos quien ya en 1996 había declarado que Cien años de soledad era “la mejor novela que había leído en su vida adulta”.Las dificultades antes de la publicación de Cien años de soledad
Márquez narró el momento en que empezó a escribir Cien años de soledad a los 38 años. “No dejé de escribir ni un solo día durante 18 meses hasta que terminé el libro”, dijo. Y en seguida recuerda cómo Esperanza Araiza, una mecanógrafa reconocida entre sus colegas escritores, dejó caer por accidente la obra corregida cuando se bajaba de un bus y tuvo que secarla “hoja por hoja con una plancha de ropa”. Según Gabo, este fue el primer percance que atravesó Cien años de soledad antes de ser publicado. Y luego está la anécdota por muchos conocida cuando en 1966 viviendo en México tuvo que dividir la versión terminada de su libro en dos partes porque no le alcanzó el dinero para enviarlo todo junto a Buenos Aires, con tan mala suerte que no envió la primera mitad, sino la segunda.Precio del dólar en Colombia superó la barrera de los $4.900
Un discurso que no tiene pierde y que evidencia las luchas que tuvo que dar Gabo y su familia antes de la publicación de su obra más famosa.Revive aquí el discurso de Gabo sobre Cien años de soledad
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