Un gol de Kai Havertz en el primer tiempo fue suficiente para el título.
El Chelsea conquistó por segunda vez en su historia la Liga de Campeones europea, tras sorprender en la final al teórico favorito, el Manchester City, al que venció por 1-0, este sábado en Oporto.
El alemán Kai Havertz adelantó al Chelsea en la recta final de la primera parte (minuto 42) y en la segunda, con el City con muchos problemas para generar peligro, el marcador ya no se movió.
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El Chelsea repitió la historia de 2012, cuando había logrado triunfar en el máximo torneo europeo también llegando con el cartel de víctima a la final, imponiéndose entonces al Bayern en Múnich.
Un golpe de autoridad
Para el Manchester City, esta derrota empaña una temporada en la que había ganado la Premier League y la Copa de la Liga inglesa. En la Copa de Inglaterra había sido eliminado en semifinales, precisamente por el Chelsea, que se confirmó como su pesadilla de este curso.
Era la primera vez que llegaba a la final de la Champions, el torneo que obsesiona a sus propietarios emiratíes desde su llegada en 2008, pero tendrá que seguir esperando.
También tendrá que digerir la decepción su entrenador Josep Guardiola, llegado al City en 2016 con la misión de ganar la Champions, una competición que ya conquistó como técnico del Barcelona en dos ocasiones (2009, 2011) pero donde no ha logrado triunfar en la última década.
El Chelsea, cuarto de la última Premier League, se olvida así de la final de la Copa de Inglaterra que perdió este mes ante el Leicester y sucede en el palmarés al Bayern Múnich, eliminado este curso en cuartos de final por el París Saint-Germain.
AFP.